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Pronación dolorosa ¿cómo evitarla?


Posiblemente y desgraciadamente, algunos de vosotros ya conoceréis el concepto de pronoción dolorosa o lesión también conocida como codo de niñera.


Se trata de una lesión "leve" aunque ciertamente dolorosa que se produce generalmente en niños menores de 5 años, quienes, debido en parte a su carencia de tono muscular y por otra parte a las acciones que generalmente realizamos con ellos, son más propensos a esta lesión.


Sin entrar en excesivo detalle técnico y anatómico, podemos decir que la lesión consiste en la luxación de la cabeza proximal del radio en su articulación con el húmero.


Pero la parte más importante de este artículo es, como se produce esta lesión, como podemos evitar que se produzca y que debemos hacer en caso de que suceda.


¿Cómo se produce la lesión?


La lesión tiene lugar cuando se realiza una tracción de la mano de un niño, sea por el otivo que fuere, sin que este hubiese realizado ningún tipo de activación muscular.


Esta tracción deriva en que, debido a la articulación que el carpo de la mano (conjunto de huesos de la mano) tiene con el radio, y por su parte, la "débil" articulación que este hueso presenta con el húmero, el radio se luxa en su articulación con el húmero. Esta luxación produce un desplazamiento del ligamento que deja de realizar su función e impide la pronación de la mano.


La postura más habitual en la que un niño se queda cuando sucede esta lesión es con el brazos pegado al cuerpo, sin moverlo y llorando.


Demos ejemplos en escenas habituales en las que se puede producir esta lesión de manera no intencionada:

  • Agarrarando de la mano al niño porque está a punto de caerse.

  • Jugando al típico balancín.


¿Cómo evitar la lesión?


La mejor manera de evitar que se produzca esta lesión, aunque en ocasiones puede resultar complicado, es la siguiente.


Cuando agarremos al niño, en lugar de hacerlo de la mano, intentaremos hacerlo del antebrazo de manera que, en caso de realizar una tracción la hagamos de manera solidaria de cúbito y radio. Además, le pediremos al niño que siempre nos agarre a nosotros del brazo, camiseta o de donde sea.


De esta manera, gracias a la activación de la musculatura de la mano y por consecuencia del antebrazo (flexores y extensores) conseguiremos establecer un sistema de coaptación en la articulación del codo.


¿Qué debemos hacer en caso de que se produzca?


En caso de que detectemos que existe esta posible lesión deberemos siempre acudir a nuestro centro hospitalario más cercano de manera que puedan realizar la maniobra de reducción oportuna.


Esta lesión NO debe ser inmovilizada mediante yesos o escayolas, debe ser reducida. En caso de no ser reducida correctamente puede producir una perdida de movilidad a largo plazo.


En caso de ser reducida con corrección, en el mismo momento el niño se encontrará a la perfección y el dolor habrá disminuido por completo o casi por completo.


Precauciones posteriores


Durante los siguientes días o incluso semanas se deberá tener especial cuidado con el codo del niño ya que está en proceso de recuperación y se encontrará ligeramente más débil de lo normal.


Por lo tanto, más importante que nunca, NO TIRAR DE LA MANO.


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